domingo, 16 de marzo de 2008

Banda de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno de La Bañeza

Banda de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno de La Bañeza

publicada en nuestra edición en papel en: Febrero de 2000

“Quiero que la gente sepa valorar el esfuerzo que hacemos aquí”

-Una semana después de la nevada de enero, en una fría noche de viernes, ‘La Bañeza Hoy’ se acercó hasta la calle Juan de Mansilla.
Allí, siguiendo el sonido de los instrumentos, nos adentramos por un portal. En un local nos encontramos ensayando a la banda de cornetas y tambores de nuestra ciudad. Sin llamar a la puerta entramos, y fuimos recibidos por su director, Matías Páramo Valle, y por Francisco Javier Merino, quienes nos enseñaron el local en donde ensayan, la capilla, y a su Jesús Nazareno. Tras casi dos horas de charla, y como fin de visita nos dedicaron dos emotivas canciones.
‘La Bañeza Hoy’ guarda un muy grato recuerdo de aquella visita en donde respiró tres sentimientos: amistad, unión y compañerismo.
Gracias por las canciones, suerte a todos y muchos éxitos.


Emilio García Ranz / desde la capilla de Ntro. P. Jesús Nazareno (La Bañeza) -La Banda de Cornetas y Tambores de nuestra ciudad está compuesta por 56 personas de entre 7 y 63 años de edad (el mayor de ellos es la imagen de Jesús Nazareno).
Entre sus miembros se pueden ver unos fuertes lazos de amistad, unión y compañerismo. ‘Son debidos a las horas que pasamos juntos ensayando’ dice su director Matías Paramo, quien nos explicó los lazos entre esta banda y una de Sevilla, y el hermanamiento entre La Bañeza y la Banda del Dulce Nombre de León.
-En la banda de cornetas y tambores de nuestra ciudad hay 45 cornetas, 15 tambores, 5 timbales, 6 solistas, 5 trompetas y 3 rufadores, aunque no siempre salen todos a la calle.
-Sus miembros, en las procesiones, pueden llegar a aguantar hasta 4 horas y media to-cando y caminando, con un instrumental que pesa lo suyo (un tambor puede pesar unos 3 kilos). Matías, su director, nos explicó un poco el funcionamiento de la banda, cómo aprenden los más pequeños, y cómo se toca. Las cornetas y los tambores, esa noche, parecieron hablar para nosotros.
-“Ha habido una evolución impresionante”, comenzaba diciendo Francisco Javier Merino, a la vez Matías nos explicaba un poco quienes son, cuantos son, y cuando se fundó la banda.
- “Somos alrededor de unos 56, depende de los que tengas castigados”.-dijo Matías con humor.- - “La Banda de cornetas y tambores del Nazareno hace cinco años que empezó -continuó- Empezamos tocando treinta componentes.”

HERMANAMIENTO

Estamos medio hermanados con la banda del ‘Dulce nombre de León’. Nosotros vamos a ensayar allí, y ellos vienen aquí, a ensayar con nosotros.

Este año estamos sacando dos marchas, una de las cuales también la están ensayando ellos. Somos las dos únicas bandas que pueden tocar la marcha ‘En tus lágrimas amargura’ porque el compositor, Julio Vera, nos las cedió. La primera vez que se tocó fue el año pasado en Sevilla, que es donde se estrenan todas las marchas nuevas, cuando pasó La Macarena.

Fue la única banda que nos recibió, -continúa hablando de ‘El Dulce Nombre’. Nos corrigió partituras, y ahora nosotros todo lo tenemos montado sobre partitura, no como cuando empezamos que tocábamos de oído.

LAZOS CON SEVILLA

-El año pasado fueron cuatro componentes de nuestra banda a Se
villa. Estuvieron con la banda de Triana y la de Cigarreras. Nos trataron de maravilla, y ellos tienen el compromiso que van a venir a nuestra capilla y a ensayar con nosotros algún día. Llegará un momento en que tengamos la banda de Sevilla en La Bañeza.

TRES CONDICIONES

La banda se formó con tres condiciones: la de aprender, la de tocar y divertirse. Esas son nuestras condiciones, pero tenemos una motivación que es el Nazareno. Aquí en la banda quien no sienta el Nazareno no pinta nada en la banda. El Nazareno hay que sentirle, seamos religiosos o no seamos.
Aquí hay mucha gente que a lo mejor no la ves por misa los domingos, pero sin embargo siente motivación por la imagen del Nazareno.
Matías cambia de tema, y pasa a hablar del trabajo de los suyos. - “Trabajamos prácticamente durante once meses al año para esa semana [la Semana Santa] darlo todo, y lo damos con ilusión, con ganas.”
Hablando sobre su grupo dice: - “Hay gente desde siete años, que es el más joven hasta ¿Cuantos años tiene el Nazareno? -pregunta a Javier- 65.
En la banda hay procuradores, hay abogados, hay taxistas, hay mecánicos, hay quien está en el paro, hay estudiantes. Aquí no se margina a nadie. Hasta este año hemos te-nido a un componente que era de color, que era negro. Se tuvo que marchar por motivos de trabajo, pero aquí estuvo con nosotros, estuvo ensayando. Aquí a nadie se le discrimina.
Somos de las pocas bandas, por no decir la pionera, en sacar mujeres en la banda tocando. Nosotros aquí hemos procurado mantener un grupo homogéneo, un grupo en el cual todos seamos amigos.
La Semana Santa para nosotros no es quince días antes. Nosotros la Semana Santa la empezamos el mes septiembre y nos dura hasta julio.
Pasamos mucho tiempo juntos tocando y ensayando, y esto une mucho a la gente.
Normalmente se ensaya lunes, miércoles y viernes, y a partir de enero estamos ensayando hasta los sábados para salir a la calle, marcar el paso, etcétera...

AL ESTILO ANDALUZ

-Hay gente que nos ha criticado porque vamos mucho a lo andaluz, pero nosotros pensamos en que hay que renovarse o morir. Procuramos mezclar marchas castellanas con marchas de Andalucía. Claro, el problema está, que muchos nos critican, en que las marchas de Andalucía son dificilísimas y no todos las pueden sacar, entonces es muy fácil criticar para que no las saques.

MUCHAS PARTITURAS

-Nosotros tenemos un archivo de partituras abundante. Cualquier marcha que queramos sacar la tenemos a disposición de nosotros con nada más llamar a Sevilla. Ellos nunca nos han cobrado un duro (a pesar de que las partituras habría que pagarlas). A nosotros, con los lazos que tenemos, siempre nos las han regalado.

MODESTIA Y SENCILLEZ

-El año pasado tocamos en Valladolid junto con una banda semiprofesional. Fuimos muy humildemente. Nosotros no tenemos la ropa despampanante que tienen ellos, que tienen unas capas, unos trajes y tal... Nosotros llegamos con el traje de las monjas (le llamamos el traje de las monjas pues es un jersey azul, capa negra, camisa blanca y pantalón negro). De entrada se rieron de nosotros, pues hubo el típico que que dijo ‘dónde váis con eso’, ‘Con esas pintas dónde váis?, y le respondimos ‘Nosotros, con este traje de las monjas, la corneta que llevo en las manos y mucha ilusión, vamos a tocar para nuestro Nazareno. Y ya que estamos en Valladolid y nos han invitado, vamos a tocar para el Nazareno de Valladolid.
Nos pusieron los primeros para salir, pues como nos vieron con esas pintas dijeron ‘estos nada’, y su sorpresa fue que cuando subimos al escenario y empezamos a tocar. Se empezaron a ver cambiar las caras.
Cuando acabaron todos de tocar nos hicieron tocar a nosotros otra vez, en reconocimiento que habíamos sido -no puedo decir la mejor banda-, pero sí una de las mejores bandas que se pasaron por allí.
Hubo un nivel muy alto. El director de la Banda de Valladolid me dijo ‘si yo tuviera los solistas que tú tienes...’ y le respondí ‘Si yo tuviera los trajes y las cornetas que tú tienes. Pues con un alambre -alambre denominamos a una corneta normal del todo- mira los sonidos que sacamos. Imagínate que tuviéramos el instrumental y lo que tenéis vosotros. Podríamos hacer maravillas.’ Y dijo ‘No tengo palabras. Sólo os pido que me volváis a tocar Andalucía’, que no se oye por aquí. Tocamos Andalucía y nos hicieron repetir todo el repertorio otra vez, y nos dijeron que tocáramos para ellos, y dijimos que nosotros tocamos para el público, y siempre dedicado al Nazareno.
Esta es nuestra dinámica, empezamos hace cinco años con chavales de 14 años, que ahora tienen 19. Muchos se han marchado, otros los hemos tenido que echar, porque en todos los sitios hay problemas, y yo prefiero tener 40 ó 50 chavales trabajando en condiciones y con ganas, que no tener 60 que se crean superiores a los demás.

SOLO SOY UNO MAS

-Yo mido a todos por el mismo rasero, procuro tener a todos unidos. Hay un cabildo en el cual tomamos las decisiones y eso lo transmitimos a los demás componentes. Ellos, si tienen alguna queja, a la vez nos la transmiten, y cuando se toma un acuerdo, aunque yo haya dicho que ‘no’ aun siendo el director, si la banda dice que ‘sí’ se lleva el acuerdo para adelante. Somos democráticos.

Cuando hay algún problema se intenta solucionar entre to-dos, yo lo único es que doy la cara cuando hay problemas.

Cuando me dicen ‘vaya banda que tienes’, le digo ‘perdona, pero la banda no es mía, yo soy uno más dentro de la banda’. Cuando vienen tortazos los aceptos yo, pero cuando vienen las alabanzas yo nunca las quiero, siempre digo que el trabajo es de todos. Yo trabajo, ellos trabajan, yo en mi puesto y ellos en el suyo, y así podemos funcionar.

PROBLEMAS: A VECES

-Ha habido problemas, como en todos los sitios, se han intentado solucionar lo mejor posible, y seguimos para adelante. Ojalá pudiera tener en vez de 50 componentes tener 200, que por poder los podíamos tener, pero siempre elegimos un poquitín a la gente, porque necesitamos gente que venga a trabajar, no a pasar el rato, porque esto no es una guardería, no es un sitio donde el chaval diga ‘oye mamá, que voy a ensayar’, y luego no aparezca. Tenemos controlada a la gente, tenemos nuestras fichas. Si un chaval se pasa se avisa a los padres.
Entre ellos se ayudan en los estudios.
En fin, ese es nuestro funcionamiento. Hay veces que me enfado con ellos, veces en que tenemos un cachondeo, de vez en cuando tenemos alguna merienda (nos las pagamos nosotros -aclara-).

CON NUESTRO DINERO

-Estar en la banda nos está costando dinero. Nos estamos pagando el instrumental. La gente se piensa que nos lo paga todo la cofradía. La cofradía apoya lo que puede.
-El año pasado hubo muchos gastos. -comenta Merino refiriéndose a que con la restauración de la capilla no hubo ni un duro para la banda.-

NO COMPAREMOS

-No queremos que nos comparen con ninguna otra banda. Otra de las cosas que me molesta es que nos comparen. Yo admiro a la otra banda por el trabajo que hace y me siento orgulloso de que la otra cofradía tenga su banda, lo que no quiero es que comparen a la banda de las Angustias con la de Jesús, ni a la de Jesús con las Angustias. Cada uno tenemos nuestra forma de trabajar. Yo felicito a la otra banda, pero cada uno a nuestro aire. Que no nos compare nadie.-dice Matías.-
Merino, por su lado habla de otro tema:- “Hay gente de menor edad, pero están haciendo un trabajo muy bueno.”

‘MUCHA CAÑA’

- “Nosotros ensayamos hora y media tres veces a la semana -nos explica Matías-. Le damos mucha ‘caña’ a los chavales, y el trabajo está ahí y se puede ver”-concluye.

Luego pasa a hablar de las fiestas de los pueblos y de su banda.
-“Nunca nos negamos a colaborar con la gente que quiere organizar alguna fiesta en el pueblo. Siempre estamos colaborando hasta con cifras ridículas, simplemente pagar el autobús y...
-Javier Merino: ...-porque los chavales lo que quieren es ir a tocar. Hacer una salida a ellos les ‘llena’, les gusta el salir a la calle y demostrar lo que saben.

Merino concluye hablando de los ingredientes básicos del buen funcionamiento de la banda: “Ilusión y mucho trabajo, porque si tienes ilusión y no trabajas, no haces nada.”

TRABAJO E ILUSION

Matías: -Yo este año estuve decidido a dejar la banda por motivos de trabajo. Mi trabajo en el taller1 acaba a las diez de la noche, y para venir a ensayar tengo que dejarlo a las ocho. Pierdo dos horas de trabajo diario cada vez que vengo a ensayar, pero aquí estoy. Sigo y voy a seguir por quitar a los chavales de la calle, me preocupa mucho los bares, la droga... Los chavales mientras están aquí con nosotros no están en donde no tendrían que estar.

Tenemos gente que estaba marginada por la sociedad. Uno de ellos es ‘el pelao’, por el problema que tiene que se ha quedado sin pelo. Un chaval que se sentía marginado, un sinvergüenza total, que ahora sin embargo es el mejor chaval del mundo. Nos han dado las gracias sus padres porque ahora no es el mismo chaval que cuando entro aquí, y es que dentro de la banda ellos se ayudan, ellos tienen sus grupos, se van a Hotachy, se van a Ramses2, a la piscina en verano, todos juntos, y cuando hay un problema de uno de la banda, -te puedo explicar el año pasado que me sorprendió-, que a una de las niñas de la banda la estaban molestando unos chavales, y la chavala empezó a llorar, y nada más que la vieron llorar, yo no sé de donde salió, apareció la banda entera en defensa de la chavala. Cualquier chaval que tiene un problema es apoyado por todos de la banda. Y además de ser amigos entre ellos, se ayudan en los estudios, pues ensayar son muchas horas, y estudiando todo el tiempo es poco.

METAS Y OBJETIVOS

-Este año nuestra meta es sacar ‘En tus lágrimas amargura’ que es una marcha complicadísima, y después tenemos la de ‘La Virgen llora’, que siempre la tocamos en homenaje a un componente de la banda que se mató.
-En este punto de la conversación llegó Eliseo, miembro de la banda del Dulce Nombre de León, a quien le explican que estamos haciendo una entrevista, y que él puede decir lo que desee.
Eliseo: - “Queremos que esto funcione a un nivel de amigos, para pasar un buen rato.
Nuestros lazos surgieron hace unos años, y bueno, se han ido estrechando.
Lo importante es el ayudarse, aunque no es eso simplemente lo que nos une, ahora también hay amistad.” comenta entre otras cosas que ya nos habían dicho Matías y Francisco Javier Merino.

UN ULTIMO DESEO

“Que la gente sepa valorar el esfuerzo que hacen los chavales aquí, que no se piensen que salir a la calle es coger la corneta y tocar” -dice Matías.

Y decírselo también a los padres, a las novias, a los amigos que dejan, cuando los chavales van a ensayar. Que vean el sacrificio que se hace por venir a ensayar. Agradecer el esfuerzo de los padres por aguantar a sus hijos con sus cornetas, y al pueblo de La Bañeza agradecer la colaboración, y pedirles que nos apoyen, que nosotros esto lo hacemos sin ningún interés. Que aquí estas haciendo gente sana, gente de bien, y eso hay que valorarlo mucho. El año pasado estuvo esto abierto, por la reforma, y estuvimos ensayando con bufandas y gorros, pasando frío, y hay gente que no sabe valorar este esfuerzo.

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